Las personas vulnerables pueden tener más riesgo de sufrir un cuadro depresivo o señales de angustia y ansiedad. Estas medidas de autocuidado son positivas para tu salud física y mental, y pueden ayudarte a tomar el control de tu vida
CUIDÁ TU CUERPO
- Dormí lo suficiente. Acostate y levantate a la misma hora todos los días.
- Hacé actividad física de manera regular. La actividad física regular puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Encuentrá una actividad que incluya movimiento, como el baile o las aplicaciones para ejercicio. Salí al aire libre, caminá en contacto con la naturaleza y el sol.
- Comé de manera saludable. Elegí una alimentación balanceada. Evitá comer comida chatarra y azúcar refinada. Limitá la cafeína, ya que puede agravar el estrés y la ansiedad.
- Evitá el tabaco y el alcohol. Si fumás tabaco o vapeás aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares. Beber alcohol en exceso puede empeorar tu capacidad de afrontar problemas.
- Limitá el tiempo frente a las pantallas. Apagá los dispositivos electrónicos por algún tiempo todos los días, y 30 minutos antes de dormir. Hacé un esfuerzo para pasar menos tiempo frente a una pantalla, ya sea televisión, tableta, computadora o teléfono.
- Favorecé la relajación. Reservá tiempo para vos mismo. Aun unos pocos minutos de tranquilidad pueden refrescar, ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad. Muchas personas se benefician con prácticas como respiración profunda, tai chi, yoga o meditación. Date un baño de espuma, escuchá música, leé o escuchá un libro narrado. Elegí una técnica que funcione para vos y ponela en práctica con regularidad.
CUIDÁ TU MENTE
Reducí los desencadenantes de estrés:
- Mantené tu rutina. Respetar un horario regular es importante para la salud mental. Además de mantener una rutina regular para el momento de ir a la cama, planificá horarios consistentes para las comidas, el baño y el cuidado personal, el trabajo o estudio y el ejercicio. También reservá algún tiempo para hacer actividades que disfrutes.
- Limitá la exposición a las noticias. El uso de medios de comunicación y redes sociales pueden exponerte a rumores e información falsa. Para temas de salud y calidad de vida, buscá fuentes con buena reputación como el Ministerio de Salud de la Nación, esta web, el sitio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Mantenete ocupado. Una distracción puede alejarte del ciclo de pensamientos negativos que alimentan la ansiedad y la depresión. Disfrutá de pasatiempos, hacé arreglos pendientes. Encontrar una actividad positiva para controlar la ansiedad es una estrategia sana de afrontamiento.
- Concentrate en los pensamientos positivos. Elegí hacer foco en las cosas positivas de tu vida en lugar de hacerlo en qué mal te sentís. Comenzá cada mañana con una lista de aquello por lo que está agradecido. Mantené un sentido de esperanza, esforzate en aceptar los cambios cuando se presentan y trate de considerar los problemas en perspectiva.
- Usá tus valores morales o tu vida espiritual como apoyo. Si tus creencias te dan fuerza, recordá que pueden brindarte consuelo en momentos difíciles.
- Establecé prioridades. Fijá metas razonables todos los días y hacé un esquema de los pasos para lograrlas. Reconocé tus logros sin importar qué pequeños sean. Y aceptá que algunos días serán mejores que otros.
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