Si te cuesta conciliar el sueño nocturno y sos de los que chatean o miran series en la cama hasta última hora, esta puede ser la razón. Descubrí por qué la luz de las pantallas atenta contra el buen descanso y cuáles son las claves para evitarlo
Nuestra fisiología se adapta continuamente a cambios cíclicos diarios y estacionales de acuerdo a un reloj biológico interno ubicado en el hipotálamo (cerebro) que regula el ritmo de producción de enzimas y hormonas que participan en múltiples funciones. Estos ciclos derivan de nuestro pasado evolutivo, cuando la actividad era completamente diurna y el descanso, nocturno.
Sin embargo, la sociedad “Abierto las 24 horas” hace que cada vez más personas vivan en contra de su reloj biológico, no solo por trabajar en turnos nocturnos o rotativos sino por regalar horas de sueño a la tecnología de la mano de celulares, tabletas y consumo televisivo, todas fuentes de luz azul.
Esta luz artificial tiene una luminosidad que afecta el reloj biológico reajustando su ritmo, reseteando las órdenes y acomodándolas a un proceso de inicio más tardío. Así, se posterga la liberación de melatonina, hormona del sueño, y aumenta la dificultad para quedarse dormido.
La reducción de las horas de sueño aumenta el riesgo de algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, infecciones y obesidad.
QUÉ HACER
Si te cuesta descansar, mirás la televisión en la cama o usás la computadora o el celular hasta tarde, puede ser necesario que reajustes tu reloj biológico apagando todas las fuentes de luz azul tan temprano como sea posible.
Otras medidas útiles son:
Reducir la luz del ambiente. A medida que anochece, para favorecer la producción de melatonina es necesario minimizar tu exposición a luz brillante. Por supuesto no se trata de hacer todo a oscuras sino de procurar ambientes tenues cerca de la hora de ir a la cama.
Ajustar las pantallas. El ajuste del brillo es una forma simple de reducir la emisión de luces brillantes.
Usar filtros de luz azul. Los principales sistemas operativos cuentan con filtros de este tipo para instalar en las computadoras. Para dispositivos móviles y tabletas podés descargar aplicaciones que también permiten regular la luz azul. Al hacerlo podés programarlos para que la protección esté activa a partir del atardecer.
La luz, natural o artificial, es el sincronizador externo más poderoso de nuestro reloj biológico. Estar conectados a las pantallas desregula su funcionamiento. Recuperar la sincronía es indispensable para evitar las complicaciones sobre la salud.
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