¿El “finde” es un problema? ¡Te mostramos la solución!

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Si a partir del viernes tu planificación alimenticia se derrumba, no estás solo. Los fines de semana suelen ser una de las barreras más frecuentes en las personas que quieren controlar su peso. Te mostramos algunas causas probables de esta dificultad y técnicas eficaces para enfrentarlas con éxito


Cuando una persona comienza un programa para bajar de peso, tanto en las consultas individuales como en el trabajo de los grupos hablamos de la importancia de la distribución diaria de las comidas y bebidas y de organizar la semana de manera flexible.

Este aspecto es crucial especialmente a partir del viernes a la tardecita, cuando las rutinas y responsabilidades de la semana finalizan y solemos sentir cierta liberación al dejar atrás las estructuras y comportamientos que el día a día nos impone.

¿Por qué los fines de semana están menos organizados que los días laborales? Para empezar, nos levantamos más tarde. Quienes se levantan “muy” tarde saltean el desayuno y pasan directo al brunch (rmino que reúne breakfast –desayuno- y lunch –almuerzo-). Si esa comida es abundante, le sigue muy probablemente una siesta o a lo sumo un par de capítulos de la serie favorita cómodamente en el sofá.

Después de ese descanso tal vez tengamos planificada una salida, un encuentro o una reunión informal en casa. En cualquier caso, lo más probable es que la elección de qué comer y beber siga la tendencia del resto del día.

Si te identificás con esta rutina no sos la única persona.

Aunque la distribución diaria, repetida de lunes a lunes, da como resultado un adelgazamiento saludable (por eso hablamos de Plan Semanal), muchos la implementan del siguiente modo:

  • Lunes y martes: ACTITUD RÍGIDA. Es el típico “cuando me pongo, me pongo”. Y es tan inflexible que ni siquiera aprovechan los gustos de la chimenea.
  • Miércoles, jueves y mitad del viernes: ACTITUD PERMISIVA. “Un pedacito chiquito… ¡total que me va a hacer!”. Los signos de interrogación representan la falta de planificación.
  • Viernes a la noche, sábado y domingo (hasta la merienda): ACTITUD DESCONECTADA DEL PLAN hasta la nochecita del domingo, donde sobreviene la culpa y seguramente se toma alguna infusión sin sólidos para pasar al lunes con la actitud rígida típica del comienzo de la semana.

El estilo fin de semana desconectado del plan” es una de las barreras más frecuentes en el adelgazamiento.

Veamos por qué con un ejemplo simple. Para entenderlo es importante tener presente que 1 kilo de peso corporal equivale a 7000 calorías.

Una persona que consume 2500 calorías diarias de lunes a domingo, ingiere un total de 17.500 calorías en una semana. Si reduce a 2000 calorías diarias serán 14.000 las calorías semanales.

La diferencia de 3500 calorías es un “ahorro” que le permitirá adelgazar 500 gramos por semana siempre que respete esta diferencia, por supuesto.

Esto, que puede parecer poco, ¡es mucho! Sostenido en el tiempo, perder 500 gramos semanales se traduce en más de 20 kilos en 1 año.

Ahora, si esta persona mantiene sus 2000 calorías diarias de lunes a jueves pero consume:

  • 1500 calorías más el viernes a la noche → 3500 cal.
  • 1500 más el sábado → 3500 cal.
  • y unas 2000 más el domingo → 4000 cal.

En tres días habrá sumado 5000 calorías extra llevando su consumo semanal de 14.000 a 19.000 calorías.

Si comparamos estas 5000 calorías extra con la primera opción que le permitía ahorrar 3.500 rápidamente veremos que la diferencia (1500 cal.) no le permitirá adelgazar y, de hecho, le hará engordará alrededor de 200 gramos por fin de semana; lo que representa casi 1 kilo al mes y cerca de 12 kilos arriba en un año.

Como verás, el problema se presenta cuando “viernes, sábado, domingo” se convierten en sinónimo de “vacaciones alimentarias” dando paso a una actitud desconectada del plan.

Podés identificarte con esta actitud si le decís que “sí” a todos los gustos que se presenten.

¿Cómo se enfrenta esta barrera frecuente? Con planificación.

Además, es importante:

  • Comer despacio y saborear los alimentos.
  • Llevar un registro de lo que comés y de las actividades de viernes a domingo. Así podrás prever, por ejemplo, qué harás en la reunión, el cumpleaños o la salida.

La actitud firme en un tratamiento para adelgazar es la que sigue las recomendaciones de La Casa de la Salud tanto como sea posible y, en forma planificada, incluye los gustos de la chimenea con flexibilidad y moderación.

Para cuidar la distribución no hay que prohibir un gusto de vez en cuando… ¡hay que planificar!

Si te llevás mejor con una estructura fija, tipeando “finde” en el buscador encontrarás planificaciones para los fines de semana.

FUENTE: La alimentación inteligente para vivir 100 años, Dr. Alberto Cormillot. Ediciones B (2022)

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