Hongo comestible de laminillas libres y anillo membranoso.
Se pueden encontrar champiñones frescos y secos. Los hongos frescos aportan agua, fibra, fósforo y potasio.
Media taza de hongos frescos (100 g) aporta entre 30 y 35 calorías.
Los hongos desecados (en escamas) tienen menor cantidad de agua y sus nutrientes están concentrados. Cuando se los hidrata, su composición vuelve a ser la original. También se pueden obtener comercialmente en polvo.
En el mercado existen variedades con propiedades similares. Los hay en salmuera, aceite o vinagre.
Pueden incluirse en la alimentación en general sin problemas. Las personas que poseen niveles altos de ácido úrico en sangre o que sufren ataques de gota deben evitar su consumo porque contienen purinas, que pueden transformarse en ácido úrico y empeorar el cuadro.
Su consumo está permitido a las personas que necesitan bajar de peso, para los hipertensos, con colesterol alto y con diverticulosis.
Se pueden incluir en diversas preparaciones como sopas, cazuelas, salsas, ensaladas, salpicones, pizzas y omelettes.