10 claves de higiene alimentaria para evitar intoxicaciones por el calor

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Con las altas temperaturas aumenta el riesgo de intoxicaciones con alimentos que no están bien refrigerados. Conocé también cuáles son las precauciones que hay que tomar respecto del lavado y la cocción


La preparación, la manipulación y el almacenamiento apropiados de los alimentos reducen notablemente el riesgo de contraer  enfermedades de origen alimentario.

Las prácticas deficientes de seguridad con los alimentos pueden causar problemas estomacales que pueden ser graves y mortales. Especialmente están en riesgo los niños pequeños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con un sistema inmunitario debilitado.

Todos los alimentos pueden resultar contaminados. Entre los alimentos que presentan mayor riesgo están: carnes rojas, carnes de aves de corral, huevos, quesos, productos lácteos, brotes crudos y pescados o mariscos crudos.

Para consumir alimentos en buen estado se recomiendan cumplir con las siguientes prácticas:

  1. Consumir sólo alimentos que hayan sido manipulados en forma higiénica y conservados a una temperatura adecuada. Por ejemplo, leche pasteurizada o hervida y refrigerada (conservada en la heladera), carnes refrigeradas o congeladas.
  2. Asegurar una correcta higiene tanto de quien cocina como del lugar. Los utensilios, paños y rejillas, los pisos y las paredes de la cocina son fuentes de contaminación si no se los lava con agua, jabón y lavandina. Lavarse las manos antes y después de cocinar, de ir al baño, de realizar cualquier tarea ajena al acto de preparar los alimentos es fundamental.
  3. Evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos. Para ello es importante no usar los mismos utensilios (superficies, tablas, cubiertos) que se utilizaron para cada tipo de alimento.
  4. Respetar las fechas de vencimiento.
  5. Rechazar los envases hinchados, oxidados o deteriorados.
  6. Cocinar suficientemente los alimentos. Si quedan partes crudas hay riesgo de que se desarrollen nuevos gérmenes.
  7. Consumir los alimentos inmediatamente después de cocinarlos para evitar la proliferación de microbios.
  8. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados. Si no van a ser consumidos enseguida colocarlos en la heladera, el congelador o el freezer. No dejarlos a temperatura ambiente.
  9. No consumir alimentos perecederos que esn expuestos a temperatura ambiente. Esto es frecuente en bares y cafeterías, por ejemplo.
  10. Calentar a altas temperaturas los alimentos cocidos. La mejor manera es colocarlos a fuego mínimo durante el tiempo necesario para que el interior quede caliente. Si la preparación se come fría, consumirla apenas se retira de la heladera.

Ver también: El ABC del freezer y la congelación de los alimentos I, El ABC del freezer y la congelación de los alimentos II y 8 tips para aprovechar mejor los alimentos y gastar menos en época de crisis.