Distribuir los alimentos del día en varias ingestas favorece el adelgazamiento y mejora la salud. Está probado y lo recomiendan los mejores especialistas de obesidad en el mundo
La creatividad es imprescindible para hacer nuestra vida más interesante, alegre, confortable… Es fundamental en el arte, el diseño, la investigación o la preparación de una comida.
El riesgo aparece cuando se quiere usar la creatividad partiendo del desconocimiento. Entonces, un día puedo levantarme e inventar el calendario, el termo o el papel higiénico. Sería perder el tiempo, aunque de modo inofensivo… En materia de nutrición la cosa es diferente.
No sé si existe alguna condición humana que tenga tanta polución informativa como el sobrepeso. Tanta infoxicación. Lo cierto es que no existen influencers sobre neumonía, hipertensión, lupus, colon irritable, várices o caries. Para adelgazar, en cambio, tenemos de todo: pastillas, sistemas, imanes, colores, cirugía filipina, terapia de golpes, respiración con masaje abdominales, plantillas, aros, chicles, fijación de la mandíbula, hipnosis, corrección de mantras, polvos, aparatos, inyecciones de oxígeno subcutáneo; y venta de lo que sea a través de las plataformas más variadas. Creo que falta solo el espiritismo. El resto de pseudociencias se aplicaron todas.
La ignorancia creativa y el pintoresquismo se regodean en las limitaciones de juicio que tiene nuestro cerebro por los sesgos que nos caracterizan, esa forma de pensar errónea y sistemática tan humana que puede interferir con un estilo de vida saludable.
Aunque cada tanto circulan versiones acerca de la inconveniencia de distribuir la alimentación a lo largo del día, desde 1961 comenzamos a recomendar las seis comidas diarias. Una práctica novedosa para la época, que durante todos estos años se fue afirmando en el conocimiento de los profesionales y en la conciencia de la gente.
En la actualidad es un pilar del tratamiento de la obesidad en casi todo el mundo porque se sabe que realizar seis comidas diarias con un intervalo máximo de tres horas entre una ingesta y otra está asociado con:
- Menor ingesta de calorías.
- Menores niveles de colesterol total y LDL (malo).
- Mayor cantidad de energía gastada en la digestión, absorción, conversión y almacenamiento de los nutrientes consumidos a través de los alimentos (termogénesis postprandial).
- Menores picos de insulina.
En otras palabras: un hábito de consumo desordenado de alimentos facilita el aumento de peso. Por el contrario, una distribución regular diaria de seis comidas como mínimo favorece el adelgazamiento y un mejor estado de salud general.
Entonces, más allá de la charlatanería nutricional de moda, este hábito es importante tanto para bajar de peso como para mantener un estado saludable, incluso en aquellos que no tienen kilos de más, ya que permite controlar el colesterol y el azúcar sanguíneo y cuidar el corazón, entre otros beneficios científicamente comprobados.
Como siempre, de cada uno depende la elección. Seguir confiando la salud a los practicantes de la ignorancia creativa u optar por hábitos seguros que ayudan a vivir mejor.
LAS SEIS COMIDAS
Hacer seis comidas diarias como mínimo es lo recomendable en un plan para bajar de peso. Sin embargo…
- El consumo irregular de snacks es cada vez más común en la infancia, hábito que contribuye a aumentar la prevalencia de obesidad y colesterol sanguíneo que aparece a edades cada vez más tempranas.
- La frecuencia irregular de consumo de alimentos genera menor gasto de energía en comparación con un consumo regular y distribuido.
- Comer en forma desordenada produce más resistencia a la insulina y mayores concentraciones de lípidos (grasas) en sangre en ayunas, indicadores de enfermedad cardiovascular.
LA CLAVE ES LA DISTRIBUCIÓN
Entre una ingesta y otra deberían pasar entre 1½ horas como mínimo y 3 horas como máximo.
Conviene realizar las cuatro comidas principales -desayuno, almuerzo, merienda y cena- y 2 colaciones en el día, a media mañana y a media tarde.
Una distribución que representa esta propuesta es la que sigue:
* 8.00: Desayuno
* 10.00: Colación de media mañana
* 13.00: Almuerzo
* 15.00: Colación de media tarde
* 18.00: Merienda
* 21.00: Cena
Si te acostás mucho después de haber cenado, es posible agregar una colación posterior a la cena.
Las personas que siguen esta distribución de los alimentos a lo largo del día consiguen:
- Llegar con menos hambre a la próxima comida.
- Disminuir el tamaño de las porciones.
- Seleccionar mejor los alimentos que se consumen.
- Regular la secreción de insulina.
- Generar hábitos saludables que favorecen el posterior mantenimiento del peso.
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