Los mejores tips para que tu plato light no se llene de calorías por malas compañías

13335

Compartimos algunas de las trampas calóricas que pueden esconderse detrás de un plato de pastas, una ensalada, una porción de tarta, un bife o un filete de pescado que creemos bajas calorías. Y te damos otras opciones para modificar esas combinaciones que pueden estar impactando negativamente en tu objetivo de bajar de peso o mantenerte


Estás decidido a bajar de peso y, por eso mismo, cuidás minuciosamente todo lo que comés. Sin embargo, cualquier esfuerzo en ese sentido puede verse entorpecido si descuidás detalles que en muchas ocasiones pasan desapercibidos.

Veamos algunos ejemplos simples y cotidianos.

Plato de pastas rellenas con manteca y queso rallado

Por más que cuides la porción, esta preparación aporta muchas calorías y grasa por el relleno de la pasta, la manteca y el queso rallado.

Para reemplazarlo, lo más conveniente es comer pastas simples, con poca cantidad de aceite o salsa fileto natural (si la salsa es a base de quesos o crema será igualmente alta en calorías y grasas), y ser moderado a la hora de agregar queso rallado, en lo posible en su versión light.

Para notar la diferencia considerá lo siguiente:

Ensalada de vegetales con croutones de pan tostado, queso fresco en cubos, queso rallado, mayonesa y aceite

Este plato, a pesar de contener hortalizas que aportan nutrientes beneficiosos para la salud, es hipercalórico. Lo más conveniente es armar una ensalada de vegetales con croutones de pan tostado, queso magro en cubos y condimentado con aderezo light para ensaladas.

Para notar la diferencia considerá lo siguiente:

  • 1 cda. tamaño postre de aceite aporta 90 calorías.
  • 1 porción de 3 dedos de la mano de queso común contiene 155 calorías, mientras que la misma cantidad de queso en su versión magra aporta 110 calorías.

Bife a la plancha con ensalada

Si elegís un corte de carne no magro como bife ancho, el plato no será light. Lo más conveniente es preparar un bife de carne magra (cuadrada, colita de cuadril, lomo, nalga, paleta, peceto) y cuidar el aderezo de la ensalada.

Para notar la diferencia considerá lo siguiente:

Filete de pescado con puré mixto

Si el pescado está frito y al puré le agregás manteca y queso rallado, estarás ingiriendo una comida muy calórica.

Preferí un pescado de mar (como la merluza o el lenguado); preparado al vapor, al horno o a la parrilla, con hierbas para saborizar, y acompañalo con un puré mixto con leche descremada o poca cantidad de aceite para favorecer una textura más suave.

El queso rallado no es necesario, aunque si te gusta cómo queda en la preparación, podés reemplazarlo por la versión light.

Para notar la diferencia considerá lo siguiente:

Tarta de verdura

Si le agregás mucha cantidad de queso, huevo, o incluso jamón al relleno, le vas sumando calorías y grasas extra (lo mismo sucede con las empanadas).

Lo más conveniente es preparar un relleno multicolor con distintas hortalizas (zanahoria rallada, cebolla morada y común, ajíes, acelga, zapallitos en cubos) salteadas con rocío vegetal. Para unir podés usar varias claras (según la cantidad de relleno) o 2 huevos enteros para una tarta. Además, podés evitar la capa superior de masa y en cualquier caso preparar la tarta con masa light.

Para notar la diferencia considerá lo siguiente: